domingo, 17 de febrero de 2013

Luces de Bohemia de Ramón del Valle-Inclán por Teatro delTemple






Luces de Bohemia es quizás la mejor pieza teatral española de todos los tiempos: estructura perfecta, personajes vivos, fuerza poética... y también atemporalidad y universalidad del tema. Dejando al lado el tópico de la irrepresentabilidad del teatro de Valle-Inclan ( las razones aducidas por quienes se adhieren a ese tópico harían también irrepesentable a Shakespeare), esta obra, como el teatro todo de Valle-Inclán, posee en la simple lectura, una potencia tal, una tensión tan medida, una fuerza dramática, una fuerza poética, una carga simbólica y una carga social y moral  tales, que no hacen fácil la tarea de ponerla encima de un escenario.
La representación que pudimos ver en el Teatro Principal de Santiago a cargo de la compañía aragonesa Teatro del Temple,  superaba con nota alta todos los obtáculos. El periplo de Max Estrella, ese ciego luminoso,  nos conduce por buardillas, covachas de chamarileros, tabernas, callejones, mazmorras, despachos ministeriales, redacciones de los periódicos, cementerios, ámbitos cargados de humanidad con sus miserias humanas: ruíndad, crueldad, avaricia, la envidia, codicia, vanidad, simple idiotez, generosidad, compasión, nobleza, poesía, amor.
Los ambientes, tan cargados de significaciones, por los que transcurre esta obra y los desgarrados seres humanos que la pueblan resultan tan vídidos cuando leemos la obra que la tarea de ponerlos en el escenario sin que en el tránsito del texto leído a la representación pierdan su fuerza, no es fácil.  El acierto de esta función, en la que únicamente seis actores y dos actrices dan vida a más de cincuenta personajes, es huir de la espectacularidad falsamente realista y presentarnos el texto ejecutado desde un cierto distanciamiento, logrado con el simple expediente de sugerir al principio de la representación que vamos  a asistir a una especie de ensayo. Con ese sencillo recurso el espectador entra en un juego teatral que además de hacer innecesarios aparatosos cambios escenográficos, privilegia, por encima de todo, lo que se dice en el escenario. Con esta simple estrategia  teatral, unida a una puesta en escena muy pertinente, sólida y  eficaz y al buen hacer, al amor que en su trabajo ponen actores y actrices, Teatro del Temple logra que la palabra de Valle-Inclán llegue al patio de butacas en todo su esplendor. Un gran placer asistir a esta función.
¿Cuando seremos los gallegos capaces de llevar a escena seriamente el teatro de nuestro mejor autor?


MERCUCCIO



FICHA ARTÍSTICA
Dirección Carlos Martín
Coordinación Alfonso Plou
Producción María López Insausti
Reparto:
Ricardo Joven Max Estrella y el Marqués de Bradomín en el cementerio.
Pedro Rebollo Don Latino de Hispalis y el portero en casa de Max.
Rosa Lasierra Madama Collet, Enriqueta la Pisa Bien, una guardia, la ujier Fernández, una clienta del café Colón, la Cotillona y la portera Señá Flora.
Gema Cruz Claudinita, la chica de la portera, una joven revolucionaria, una guardia, una clienta del café Colón, la Lunares, la madre del niño muerto y la chica que vende periódicos.
Félix Martín Zaratustra, el borracho Zacarías, un sereno asturiano, Serafín el bonito, el becario de la redacción, un cliente del café Colón, Basilio Soulinake y un sepulturero.
Francisco Fraguas Don Gay, un perro, el Rey de Portugal, el modernista Dorio de Gadex, Dieguito secretario del ministro, un joven camarero, un empeñista, un sepulturero y el Pollo del Pay-Pay.
Javier Aranda Un pelón con bandera, un gato, el chico de la taberna, el modernista Clarinito Pérez, un preso anarquista y catalán, Rubén Darío y un albañil.
Gabriel Latorre Un loro, el hombre detenido, el tabernero Pica Lagartos, el capitán Pitito, el que llama al sereno, un guindilla de la comisaría, el redactor Don Filiberto, Don Paco el ministro, un cliente del café y un cochero de la funeraria.

Escenografía de Tomás Ruata
Vestuario de Beatriz Fdez. Barahona 
Iluminación de
 Bucho Cariñena 
Caracterización de
 Virginia Maza
Fotografía de
 Galagarfoto
Música original de
 Miguel Ángel Remiro
Distribución de Teatro del Temple